Pongamos que hablo de Madrid

Puerta del Sol
Foto: Javier Bedrina foto

Los que vivimos en Madrid, hayamos nacido donde hayamos nacido, nos sentimos de aquí. Esta cuidad es abierta y tremendamente receptiva. En realidad nos cruzamos con gente diversa por la calle a diario, sin fijarnos siquiera, y esa diversidad, esa concepción cosmopolita, hacen de Madrid una ciudad cómoda y acogedora para visitantes y residentes foráneos.

Nosotros no nos vamos preguntando de donde es la persona que tenemos delante. A veces se pregunta por curiosidad, no por recelo, por saber y poder aprovechar lo que nos pueda enseñar. Con un amigo estadounidense he comentado alguna vez si él se podría maginar a alguien presentándose como Phill Smith de Ohio, o Michael Dolite de Delaware. Ese concepto aldeano hace mucho que desapareció allí. No es en absoluto necesario decir donde has nacido. No estoy hablando de patriotismo acérrimo. Quede claro. Simplemente aquí, en Madrid, eso importa poco o nada, en la mayoría de los casos.

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Sin embargo basta salir de Madrid, incluso cerca, con los antiguos vecinos de Castilla La Nueva, para que te cuenten lo que se "dice en Madrid" o las imposiciones llegadas "desde Madrid". No, señores, nosotros no imponemos nada desde aquí. Eso es cosa de políticos y medios de comunicación que se encargan de "mantener vivas" diferencias inexistentes entre nosotros. Si viajas un poco más lejos, da igual Norte o Sur, Este u Oeste, los comentarios son todavía más insidiosos. Se habla de Madrid como si fuera la Roma imperialista de hace dos mil años, incluso con gobiernos autonómicos afines al central.

Plaza de Castilla
Royaly free Foto: Javier Bedrina foto

Así que podemos intentar dejar el aldeanismo de un lado. Se escucha "Catalanes hijos de puta" unas quince veces más en Barcelona que en Madrid, porque los medios de comunicación y los políticos catalanes se encargan de ello. Es una muy buena excusa echar balones fuera y culpar a los demás de tu propia mediocridad e incompetencia. Es una de las leyes fundamentales del comportamiento humano: La culpa es siempre de otro.

Vaya por delante que pienso que la nota media de las televisiones en España no alcanza el deficiente, por lo que no estoy hablando de calidad, y pensando en el nivel cultural de Sálvame o GH Vip, pero Telemadrid no es la televisión más vista en Madrid. Esos asuntos provincianos nos importan menos y creo que deberían importarnos más, porque si esta actitud abierta y tolerante que se respira en Madrid se llevara fuera de la capital, tal vez bajaría el nivel de rencor con el que convivimos en España desde hace tantos años, mantenido, repito, por políticos y medios de comunicación en general, a los que les es más práctico que nos enfrentemos entre nosotros, para mantenerse en esa vida fácil que creen merecer, que ser capaces de crear un equipo ganador.

Te dejo un vídeo promocional muy castizo que el Centro Cultural de la Villa nos regaló hace unos meses.

¡Bienvenidos a Madrid!